Crítica de “Ted 2” (2015): El oso no es una propiedad
Después de tres años del gran estreno de Ted, nuevamente el director
Seth MacFarlane nos trae la segunda entrega de este peculiar oso. Esta segunda
película se convirtió a los pocos días de su esperando estreno, el 26 de junio
del 2015 por Universal Pictures, en una de las comedias para adulto más taquilleras de los
tiempos.
Independientemente de su resultado comercial, el cual fue alto en
diversos países; cabe resaltar, que Ted 2 es una divertidísima y excelente
comedia, por todas sus partes: buen guión, dirección, gran reparto de actores y
los evidentes chistes que hicieron que todo salga como lo esperado.
Ted está listo para ser padre
Esta película inicia con una simpática coreografía en los créditos, algo
que le da un comienzo distinto. La película está protagonizada por MacFarlane,
junto a Mark Wahlberg y Amanda
Seyfried. Ted (voz de MacFarlane), el oso parlante se ha
casado con Tami-Lynn (Jessica
Barth), lo cual no le ha impedido seguir con su eterna Amistad, la de
este peluche con John Bennet (Mark
Wahlberg) que mantienen desde la infancia.
Cuando Ted decide que es el momento de tener
un hijo con su esposa, Bennet lo ayudará a encontrar el mejor donante de esperma pero en
el camino ocurren ciertos impases para la tarea.
Además, surge otro “pequeño” problema: Ted no es reconocido ante las
leyes norteamericanas como un una persona o mejor dicho 'un ciudadano con
derechos', ya que a simple vista es nada más que un oso de peluche. Sin
embargo, la abogada Samantha L. Jackson (Amanda Seyfried) hará todo lo posible para que se le reconozcan
sus derechos ante la Ley.
Por otro lado, otra vez el malicioso Donny (Giovanni Ribisi), querrá aprovecharse
de la situación para que Ted sea
oficialmente declarado como una propiedad y no un ser humano. Cabe mencionar,
que las dos horas de este film no dan la sensación de ser un guión cargado,
sino muy entretenido.
Gran película, gran director
Los guionistas, Alec Sulkin
y Wellesley Wild junto al mismo MacFarlane, nos dan por segunda vez la oportunidad de jugar con nuestros
“límites del humor”, aunque con esta segunda entrega los límites si es que
existen claro, desaparecieron totalmente con tanta comedia.
Siempre nos dan motivos para estallar de risa, desde la recordaba y no
menos importante primera parte, con sus diversas escenas donde comúnmente
apreciamos el consumo de la marihuana, alcohol, peleas chistosas, en algunos
momentos comentarios subidos de tono, etc. Todos estos elementos para algunas
personas pueden llegar a ser ofensivos, por ello es que esta comedia es para
adultos. En lo personal a mi me encantó, me hizo reír desde el comienzo hasta
el final. Si deseas reírte a mil esta película es la solución, es muy
recomendable.
Aunque, no todo el film es ironía, ya que el oso tiene grandes ganas de ser
considerado una persona con todos sus derechos establecidos y no una propiedad,
pero esta petición trae consigo una carga profunda y un debate sobre el
funcionamiento de las leyes, la política y el derecho de los ciudadanos, debido
a que el peluche, solo es eso, un peluche.
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